Isfahan Patina

En el corazón de Irán, al pie de las montañas Zagros y el desierto a la derecha, se encuentra la ciudad de Isfahan, la antigua capital de Persia durante la dinastía Safavid (1501-1736). A menudo se dice que es la ciudad más elegante y hermosa de todo el país. 

También es el hogar de algunos de los principales tejedores persas y algunos de los ejemplos más exquisitos de la artesanía de alfombras persas provienen de Isfahan. Se pueden encontrar una gran cantidad de talleres dentro y alrededor de la ciudad, muchos de ellos disfrutando de una reputación mundial como Davari, Enteshar, Haghighi y Seirafian. Una rica historia en la producción de alfombras, con alfombras hechas exclusivamente para la nobleza y las élites; la ciudad alcanzó su pináculo durante la dinastía Safavid y particularmente bajo el gobierno de Shah Abbas (1587-1629). El poderoso Shah Abbas era un gran creyente, apreciador del arte y la arquitectura, bajo su gobierno, hubo un renacimiento del arte en toda Persia, con la ciudad de Isfahan como epicentro cultural. Hasta el día de hoy, la ciudad es mundialmente conocida por su increíble arquitectura, majestuosos palacios como el Palacio Ali Qapo, impresionantes mezquitas como la mezquita Emam, considerada por muchos como una de las mejores del país, así como otras intrincadas obras de arte. Para un visitante de la ciudad de Isfahan, es fácil entender la esencia del proverbio persa del siglo XVI "Isfahan nesf-e-jahan - Isfahan es la mitad del mundo". Las alfombras de Isfahan se consideran entre las mejores y más sofisticadas de todas las alfombras persas. Caracterizadas por una densidad de nudos de 650,000 nudos por metro cuadrado y más. Las alfombras están hechas con lana, seda de alta calidad y con detallados diseños intrincados. Son excelentes trabajos de artesanía, solo posibles de crear por los tejedores más talentosos y experimentados. Las alfombras de Isfahan están muy bien anudadas y recortadas en lugar de ser cortas para que el diseño se aprecie mejor. La seda se utiliza para acentuar ciertos detalles, como los motivos florales, y la urdimbre puede ser de seda o algodón. 

Las alfombras de Isfahan suelen estar marcadas con "khefts" en los bordes de la parte posterior de la alfombra. El número de hilos de urdimbre de diferentes colores se ve en intervalos pares y contados en un lapso de 1 metro, varían entre 7 y 16. Cuanto mayor es el número de hilos, más fina y alta es la densidad de nudos que tiene la alfombra.

Patina

Nuestra colección de alfombras Patina está compuesta por alfombras persas más antiguas que muestran signos de desgaste natural y envejecimiento. Las alfombras se seleccionan cuidadosamente con la intención de preservar su patrimonio cultural y darles nueva vida. Todas nuestras alfombras Patina se lavan antes de someterse a una inspección exhaustiva. Si se encuentran signos de daños, estos se reparan y si la pila esta se recortada de manera desigual, se pule suavemente para lograr una pila uniforme y para darle un brillo natural a la alfombra.

El resultado es una pieza única que aún posee todas las cualidades de una alfombra antigua anudada a mano. Así se crean hermosas alfombras con apariencia genuina de patina, que serán disfrutadas por las nuevas generaciones.